12 años llevan los amigos de Torreperogil portando el metal por bandera con este grandioso festival. Por aquí han desfilado la flor y nata del panorama nacional (y los que aún están por venir) y en estos dos últimos años, siendo el cabeza de cartel una banda internacional.
Quién se imaginaba hace doce años, cuando un servidor y sus amigos abrieron el festival con Juicio Final, que por allí pasarían bandazas de la talla de Lujuria, Obús, Barón... junto a bandas tan en forma como Zenobia, Centinela, Sacramento, Dunedain...
El Barcia abría sus puertas el viernes en el Parque de la Mejorana, con los madrileños Kramp, banda de heavy metal puro. Muy joven y algo "verde", a los que desgraciadamente no acompañó el sonido, pues los había escuchado anteriormente y puedo asegurar que no le hizo justicia. Lo primero que llama la atención favorablemente es Sara a las seis cuerdas, rompiendo ese molde que parece querer apartar a los personajes femeninos a la voz o el teclado. Lo hicieron francamente bien, dándolo todo allí arriba a pesar de haber tenido que preparar el concierto a marchas forzadas (recordamos que entraron en sustitución de Dr.X que se cayeron del cartel a última hora).
Next Step seguían en la noche (los que a postre serian los ganadores del concurso de bandas) Banda de rock industrial bastante cañera y con también una chica a la guitarra Irene Génova. A pesar de la intermitente calidad del sonido, se marcaron un conciertazo. ¡Nos vemos en el Skulls!
La noche acababa con los valencianos Sin Propina, banda formada por algunos miembros de Transfer. Y que nos deleitaron con su rock urbano que invita a moverse, ese rock que a pesar de su temática protesta, hace que sea una fiesta. Realmente se les vaticina un futuro muy prometedor.
La primera parte del Barcia llegaba a su fin, dejando en los presentes esa sensación que dejan las buenas bandas cuando se dejan la piel en el escenario. Y una frase recurrente "nos vemos mañana al mediodía".
Llegaba el mediodía del sábado y nos esperaban otras dos bandas, para paliar la resaca musical de la noche anterior.
Con algo de retraso comenzaban los malagueños Uncover, que con la increíble voz de Oscar y el carismático Edu al bajo, nos hicieron pasar un rato tremendo con sus covers de Tierra Santa, Ángeles del Infierno, Mago de oz, Barón Rojo, Warcry... Y presentado temas propios de una calidad impresionante. Cuando un músico se siente a gusto en el escenario, eso se transmite al público. Y el feeling con esta banda es irresistible. Muy grandes.
El calor no era impedimento para disfrutar del directo de Reino de Hades, una de las bandas más longevas de la provincia. Con su heavy folk son un sinónimo de fiesta garantizada. Todos cantamos a voz en pecho esos himnos de los jiennenses como "Barba Negra" o "La Rubia Jovial", aunque se echó de menos aquella mítica "Las Ruinas de mi Alma". En general, un directo excelente, como suelen hacer. Curiosamente, Reino de Hades fue la primera banda que conocí de la provincia y verlos me trajo muy buenos recuerdos, además de afianzar el por qué del Cocodrilo... bandas con una calidad tan desbordante y que no disfruten del reconocimiento que merecen, que aún haya gente que no los conozca. A las bandas de Jaén hay que subirlas a lo más alto.
Se escondía el sol mientras el auditorio de las Torres Oscuras se iba llenando. Había llegado el momento del golpe fuerte del Barcia. En un lugar idílico, volverían a defender su música los máximos paladines de nuestro ejército melómano. Presentado por Juanma Sánchez, locutor del mítico programa de radio "El Vuelodel Fénix".
Abrían la noche los valencianos Wicked Ink. Hacía mucho que no me ocurría el escuchar por primera vez a una banda y tener la sensación de conocerlos de toda la vida, que su música te haga sentir algo especial. Se me hizo muy corto el concierto, me dio rabia cuando anunciaron la última.
Si hay algo que los que se quedan bebiendo en el coche para luego entrar a ver sólo a los cabezas nunca sabrán, es la enorme satisfacción de "descubrir" a una banda nueva.
¡Nos vemos en el Gineta, chicos!
Tequila Sunrise salía a las tablas. La nueva banda de Cecilio Sánchez (Ankhara) que ya visitara el festival en la décima edición, viene acorde con él, calidad por los cuatro costados. Y no es para menos, pues la cohorte que constituye esta banda, está formada por veteranos del mundillo con muchos años de dedicación a sus espaldas. ¿Cómo definirlos? Pues no lo sé. Hard Rock con heavy y AOR... O como una banda que desde el primer al último acorde te hace vibrar y divertirte.
Llegaba el turno de una leyenda viva del Rock, Jose Andrëa. Una banda casi imposible de ver en España. Creo que todos teníamos ese punto de miedo, por llamarlo de alguna manera, de que no estuviera a la altura (debido a un desafortunado vídeo que corría por Internet hace tiempo) pero nos encontramos con todo lo contrario. Fue uno de los mejores conciertos que han albergado las Torres Oscuras. Jose no ha perdido ni un ápice de la fuerza a la que nos tenía acostumbrados, y unido a la genialidad de Kiskilla y Peri, al igual que el resto de la banda, logran que el público se entregue totalmente a la bacanal de buena música. Llegando su punto álgido con los temas clásicos de Mago de Oz. Donde uno se da cuenta de que se está haciendo todo un viejuno, pues los asistentes más jóvenes no conocían ninguno de estos temazos de Finisterra, La Leyenda de la Mancha y Jesús de Chamberí, mientras que para muchos esos discos son la banda sonora de nuestra vida.
Esta duodécima edición llegaba a su fin, tan sólo quedaba una banda sobre la palestra: los alemanes Freedom Call. ¡Qué gran acierto! ¡Tremendos! ¡Qué maravilla! He de confesar que nos encontramos con una de mis bandas "fetiche" y si lo juntamos con el ambiente del festival, la ingesta de ese producto espumoso de los dioses al que llamamos cerveza y estar rodeado de buenos amigos, provocan que uno de rompa las cuerdas vocales cantando el "Ages of Power", "Farewell", "Power & Glory" y como no, la homónima "Freedom Call" y "Metal is for Everyone". Que hoy, cuatro días después aún sigo tarareando sin control. Dicen los expertos que a esta banda se la considera "Happy Metal", no sé si ese género existirá de verdad, pero lo que es seguro es que esa felicidad es contagiosa. La actitud Chirs Bay provoca que no puedas parar de sonreír, pero sonreír de verdad. Ciertamente, uno no encuentra palabras para describir esa magia disfrazada en notas y partituras.
Amig@s, éste es el poder del Metal.
Deseoso ya de conocer quién formará el cartel de la siguiente edición (la 12+1 para los supersticiosos) y que se pase rápido la larga espera para poder disfrutar de nuevo, de uno de los festivales con más importancia de Andalucía.
A la organización: Sois la polla tíos, no cambiéis nunca.
¡¡Larga vida al Barcia!!
